Tras analizar los siniestros que se puedan producir entre la fauna marina y las embarcaciones de recreo, Guillermo Mendía, director técnico del departamento Marítimo y de Transporte de S4 Correduría de Seguros, responde a cuestiones relacionadas con los baños en alta mar. Cuando una embarcación transporta turistas y se les permite el baño, ¿qué tipo de accidentes están cubiertos por el seguro obligatorio de embarcaciones? ¿Meterse en el mar supone asumir el riesgo?

El baño en alta mar entraña ciertos riesgos intrínsecos a la actividad, que pueden conllevar un resultado dañoso sin que concurra necesariamente la culpa o negligencia de un tercero. Por ejemplo, la picadura de un pez venenoso. No siempre cabrá, por tanto, reclamación bajo una póliza que ofrezca garantías de responsabilidad civil. Las pólizas de embarcaciones de recreo, en sus coberturas de responsabilidad civil, hacen referencia con carácter general a las responsabilidades o accidentes derivados del uso de la embarcación asegurada, lo cual no es algo evidente en el caso de la picadura de un animal marino a un bañista.

Otros problemas de encaje o interpretación, que exigirían analizar el caso concreto, pueden darse también en el marco de las garantías opcionales de accidentes contratables dentro de este tipo de pólizas. Éstas suelen hacer referencia a los accidentes sufridos mientras se esté a bordo de la embarcación o en el momento del embarque o desembarque.

Transporte de viajeros y actividades náuticas

Además del Seguro obligatorio de embarcaciones, el transporte público colectivo de personas debe contar con un seguro obligatorio de viajeros. Este tipo de pólizas tienen como objeto fundamental la cobertura de accidentes que tengan lugar con ocasión de desplazamiento en el medio de transporte. Esto podría plantear similares problemas de interpretación o encaje si hablamos de alguien que sufre un accidente cuando se está bañando desde una embarcación.

Teniendo en cuenta todo lo anterior, y sobre todo cuando se trate de actividades organizadas, siempre será recomendable contratar pólizas específicas para el desarrollo de actividades náuticas o marítimas que complementen las pólizas de la embarcación. Un ejemplo pueden ser las pólizas para el desarrollo de actividades acuáticas (natación, kayaking, submarinismo…) con cobertura tanto de responsabilidad civil como de accidentes.