En un primer artículo analizábamos las cifras relativas a las pérdidas del transporte marítimo en el último año. El descenso de la siniestralidad contrasta con el aumento de los riesgos del transporte marítimo, cada vez más complejos. Por ello, que hoy analizamos las amenazas que afronta actualmente el sector.

Los principales riesgos del transporte marítimo son, actualmente, el conflicto de Gaza y la guerra de Ucrania, la interrupción del tráfico en el Canal de Suez, así como la sequía que sufre el Canal de Panamá, que ha provocado la interrupción del transporte marítimo y más problemas para las cadenas de suministro globales. En el Cuerno de África preocupa especialmente el resurgimiento de los piratas somalíes tras su primer secuestro exitoso desde 2017. Todo en un momento en el que se enfrenta a su desafío más significativo, la descarbonización.

Mar Rojo: un conflicto sin solución a corto plazo

Desde finales de 2023, el estrecho de Bab-el-Mandeb se ha convertido en un punto problemático para el comercio mundial, según el último análisis elaborado por Solunion. Los ataques realizados por los insurgentes hutíes de Yemen han obligado a interrumpir temporalmente los tránsitos por el Canal de Suez, y han provocado que sea escenario de un conflicto que, actualmente, no presenta fácil solución.

Esta zona se considera estratégica para el comercio mundial, puesto que se incluye en una ruta marítima de especial relevancia para el transporte de mercancías entre Asia y Europa. La ruta que incluye el paso por canal de Suez y el Mar Rojo aglutina en torno al 25% del tráfico mundial, y en 2023 transitaron por el Canal de Suez un total de 26.434 buques, de los cuales 8.435 fueron petroleros, con una carga neta de alrededor de 1.600 millones de toneladas.

Las consecuencias de este conflicto han provocado que las cadenas de suministro se hayan visto afectadas por el cambio de las rutas y, además, con precios más altos. El incremento desde finales del mes de octubre hasta el punto máximo registrado el 25 de enero de 2024 fue del +195% (3.964 euros/contenedor). Esta situación se vio agravada por el impacto de una mayor producción de China, hecho que siempre se produce a inicios de año por la celebración del año nuevo en el país asiático.

2024-2025: principales factores a tener en cuenta

El delicado contexto geopolítico mundial no solo está generando retrasos o aumentos de los precios. También que las rutas sean más largas y que, a su vez, los retos climáticos queden relegados a un segundo plano. La situación del sector sigue siendo complicada y mientras persistan las amenazas sobre el Mar Rojo y los problemas en el Canal de Panamá motivados por la sequía, entre otros factores, no se podrán esperar grandes alegrías para la segunda mitad de año.

Sin embargo, a medida que las cadenas de suministro se vayan adaptando al nuevo escenario, aceptando a unos mayores precios y plazos de entrega, que aún siguen por encima de gran parte de 2023, continuarán mostrando una tendencia bajista. De esta forma, se irá ajustando la sobreoferta que hay actualmente en el transporte marítimo de mercancías. Las estrategias que están adoptando para hacer frente a esa sobrecapacidad son: la reorganización de las rutas, la supresión de salidas, la reducción de la velocidad o la inmovilización de naves.

Finalmente, hay que destacar que la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo ha mejorado la previsión de crecimiento realizada inicialmente, y se espera un +2,7% para 2024. A pesar de ello, las incertidumbres asociadas a las tensiones geopolíticas están lejos de desaparecer. Aspectos como la política arancelaria, con un probable nuevo conflicto entre Europa, Estados Unidos y China, la evolución de economía global o la volatilidad de los precios de las materias primas, entre otros, dibujan un escenario incierto donde las compañías tendrán que cumplir también con compromisos/restricciones relacionadas con el respeto al medioambiente.

Fuente: Seguros News